3 de enero de 2019. 17:30 horas. La Selección Asturiana Cadete Femenino se enfrentaba a la Selección Madrileña, una región que tradicionalmente se había mostrado Campeonato tras Campeonato en una liga distinta a la liga en la que competíamos los equipos asturianos. Sin embargo, algo iba a ser distinto en esta ocasión. Ambos equipos venían de haber cedido con claridad sus encuentros de la mañana. Algo lógico en nuestro combinado, ya que venía de enfrentarse a Cataluña, pero tal vez no tanto para Madrid, que había caído claramente ante Baleares. Y en estas se inició el partido con un 0-4 asturiano que hacía afrontarlo con optimismo. Y así fue. Batalla titánica durante los primeros 30 minutos, punto arriba, punto abajo, luchando cada balón hasta la extenuación… y marcador de 40-39 madrileño a falta de disputar los últimos diez minutos. Un último cuarto que siempre será recordado en nuestro baloncesto por el contundente parcial de 2-18 asturiano con el que las chicas de un excepcional estratega llamado Emilio Mauro desarbolaron a su rival. Unas defensas ejemplares, solidaridad entre compañeras e intensidad máxima dejaron sin ideas a Madrid, junto a una extraterrestre Inés Noguero en ataque y la casta de una brillante Estela Vega que caería lesionada para el resto del Campeonato abrirían paulatinamente la diferencia para que Asturias escribiese una página dorada en la historia de su baloncesto. Y es que, además, esta victoria sería nexo causal en el fabuloso final de Campeonato, ya que permitiría acabar 4º la fase de grupos y tener acceso al cruce más “asequible” frente a la Selección Navarra, en el que sellaríamos una histórica permanencia.
